Breve historia de el barrio del Rec

Uno de los primeros libros de historia de la ciudad de Igualada habla de la existencia del rec el a´ño 1212 pero de hecho este canal de agua ya estaba documentado en el siglo XII. El rec seguía el trazado de la ciudad por la cara sud delante del río Anoia. En un inicio abastia los huertos y accionaba un importante molino, el Molí de l’Abadia. Esta canalización tan primitiva fue la que permitió que en el siglo XIV se empazara a instalar una inovadora actividad de curtidores y tejedores de lana.

Hacia el sigo XVII, las curtidurías ya estaban ubicadas cerca del rec y utilizaban el agua para curtir la piel. Para conseguirlo se contruían unos edificios funcionales propios de la época preindustrial. Tenían elementos comunes como los clots para preparar y curtir la piel, que se encontraban en grandes salas de planta baja construidas con vueltas de piedra, o los secadores de pieles, ubicados en los lugares más elevados y ventilados. Algunas de estas curtidurías más antiguas todavía ser conservan. Los curtidores siguieron construiendo edificions con una estética industrial impecable, incorporando elementos y fachadas modernistas. Con la industrialización, llegaron las cotoneras y loas vapores que también dejaron una huella arquitectónica tan notoria como la Igualadina Cotonera, el Vapor de Baix o Cal Boyer, donde actualmente hay el Museu de la Pell. Algunos han desaparecido. La actividad continuó con nuevas fábricas y con edificios de otras actividades como la Electra Igualadina, el Celler del Sindicat de pagesos o la farinera.

Esta plenitud de la indústria curtidora del siglo XIX, con más de 300 curtidurías de piel y subproductos de la piel, inició una lenta decadencia en el siglo XX hasta llegar a hoy en día, en que el barrio del Rec ha perdido parte de la actividad. Actualmente hay unas 28 fábricas en activo que son todavía el motor económico del barrio. De hecho, en Igualada se formó un importante cluster la indústria de la piel de calidad con empresas que exportan a todo el mundo. A día de hoy, en el barrio continúan conviviendo las fábricas en activo con los edificios desocupados.