Igualada es una ciudad situada en el centro de Catalunya. Recibe muchas influencias de Barcelona por su proximidad y, a su vez, está muy bien relacionada con el resto del territorio. Es una ciudad con mil años de historia que se ven reflejados en algunas calles, plazas o iglesias y, también, en el barrio del Rec. En el primer libro de historia de la ciudad de Igualada ya se habla de la existencia de Rec en el s.XIII pero encontramos algun documento más antiguo donde se menciona ya en el siglo XII.
El rec es una conducción de agua, una acequia, que seguía el trazado de la ciudad por la cara sur, de unos 3 km de recorrido, delante del río Anoia. En un inicio, este canal de agua regaba los huertos, una canalización que permitió que en el s. XIV se empezara a instalar una innovadora actividad de curtidores y tejedores de lana.
Hacia el s. XVIII las fábricas de curtidos ya estaban situadas cerca de la acequia y utilizaban el agua para curtir la piel. Para hacerlo se construyeron unos edificios funcionales de la época preindustrial. Tenían elementos comunes como els «clots», que eran los hoyos donde preparar la piel construidos en grandes salas en la planta baja, los techos con arcos de piedra o los secadores de pieles en las zonas más elevadas y ventiladas. Algunas de estas curtidorías todavía se conservan.
Los curtidores siguieron construyendo edificios con una estética preindustrial propia. Con la industrialización, llegaron las algodoneras y las fábricas de vapor que también dejaron su huella arquitectónica notoria en el barrio con edificios tan destacados como la Igualadina Cotonera, Cal Boyer o el Vapor de Baix. Esta plenitud de la industria del s. XIX, con más de 300 fábricas de curtidos de piel y subproductos de la piel iniciaron una lenta decadencia en el s. XX hasta llegar a la actualidad, donde a pesar de cerrar muchas fábricas, quedan importantes empresas de curtidos que siguen siendo el motor del barrio.
A pesar de todo ello, la realidad es que, a día de hoy, existen muchos edificios desocupados, vacíos, y tenemos que pensar qué se hace con ellos. Además de Rec.0, festival que refleja el potencial de esta zona urbana, conviven con las fábricas de curtidos numerosos estudios de diseñadores y otros emprendedores que están apostando por estos espacios industriales. Estamos convencidos que el barrio, ahora, tiene que empezar a arrancar de verdad. Ojalá.
Larga vida al barrio del Rec!
